Manolito era un niño, muy curioso, con unos ojos muy grandes y que aún abría más, pareciendo que eran mucho más grandes y brillantes, le gustaban mucho los animales, sobre todo los menos corrientes, como los australianos, con sus canguros, perezosos, coalas y el sorprendente ornitorrinco que es mamífero, pero pone huevos, sus patas y pico de pato, y animales de ese estilo.
Un día decidió i de visita parque safari, a ver si había animales de ese tipo, pues l solo los había visto en libros y documentales.
Cuando entró al recinto buscó al cuidador para pedirle que le enseñara los animales más raros que tuviesen, pues los quería ver de verdad y no en libros o pantallas.
El hombre para satisfacer la curiosidad del muchacho lo lleva a visitar una familia de osos panda, que andan revolcándose sobre su espalda mientras comían bambú, diciéndole que ese animal es muy raro al ser un oso de dos colores, que nacía sin apenas peso y luego eran gigantes, y pese a su apariencia tan adorable era muy peligroso, el niño le dijo que ese animal ya lo conocía y no es tan raro, que el quiere ver el mas raro de todos.
Entonces el guardián le llevó a ver un enorme foso lleno los grandes simios, los gorilas, le dijo este animal es tres veces el tamaño de un humano, el niño gorilas ya había visto muchos le dijo al pobre cuidador, que por aquel momento ya no sabía que enseñarle, le llevó a ver las focas que como tienen tan buen humor siempre andaban haciendo malabarismos mientras jugaban con sus pelotas.
Manolito le dijo al guardián, que todos los animales que le estaba enseñando el ya los había visto, que no eran raros tienen, incluso había leído sobre ellos y casi tenía más información que el propio cuidador, pues era un entusiasta de los animales.
Manolito, paso por las zonas de cebras, jirafas, ñus, gacelas y todos los que podía haber en la sabana, pasó por delante de los cocodrilos, hipopótamos, y nada que no le sorprendían, todos eran conocidos, estaba decepcionado pues allí no había ninguno raro.
El cuidador ya desesperado con el niño, decidió llevarle a la zona de las aves, donde estaban los pavo reales blancos, avestruces, pero nada le sorprendía ni satisfacía la curiosidad del niño.
Cuando ya iban para la salida, para dejar el reciento, de repente Manolito se paró como hipnotizado ante algo colosal, eran las gallinas, y gritando todo entusiasmado y contento dijo, ese es el animal que andaba buscando, el más raro que tienen aquí, ese sí es lo que buscaba, el cuidador no daba crédito a lo que estaba escuchando, eran sus gallinas.
El hombre le explico al muchacho que eso no era un animal extraño, era una gallina con seis pollitos que iban caminando detrás de su mamá y era un efecto óptico, no un animal extraño.
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