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miércoles, 24 de septiembre de 2025

EL BOSQUE DE LOS COLORES DE OTOÑO - BUKARTEz

 EL BOSQUE DE  LOS COLORES DE OTOÑO

(BukarteZ)


 Había una vez un bosque, que cuando pasó el verano se convirtió en otoñal.

Era un bosque de árboles altos y antiguos, y cuando iba a comenzar el otoño, éste,  avisó de su llegada con el aire,  que poco a poco, comenzó a soplar y a soplar y se podía sentir una suave  brisa que anunciaba la llegada inminente del otoño, con ese viento suave y fresco. 

Las hojas verdes comenzaron a pintarse de naranja, rojo y dorado. cuando comenzó a soplar el aire, las hojas de los arboles caían despacio y suave flotando como si se tratase de una coreografía y estuviesen bailando.

Los brillantes colores que habían tenido todo el verano  y que habían sido la alegría del bosque, comenzaron a convertirse en colores apagados y tristes. 

las hojas secas; rojas, amarillas, ocres y alguna despistada verde, rodaban por el suelo al son de la brisa.


La ardillita Lila con su peueña bufanda y su cestita, corría y saltaba entre las ramas, sorprendida por los cambios.

—¡Qué bonito está todo! —dijo mientras recogía bellotas y nueces, colocándolas cuidadosamente en su cesta.









En medio de los hayedos Un erizo sonriente hacía  una montaña de hojas para jugar saltando sobre ellas y se las lanzaba encima. Las hojas volaban  a su alrededor como un torbellino de colores.

—¡Qué divertido es el otoño! —rió Tomás, dejando que las hojas le cayesen  alrededor de sus púas, quedándose alguna pinchada en su lomo.





Mientras tanto, en la colina, Una lechuza blanca, que se llamaba Clara,  posada en la rama de un árbol sin muchas hojas, observaba atentamente como los demás animalitos trabajaban en el fondo del bosque.

Clara miraba como la ardilla guardaba las semillas en su cesta, mientras que el  erizo jugaba con las  hojas, dándose cuenta que todos los animales estaban contetos y preocupados por lo que se avecinaba,  algunos guardaban comida, otros se preparaban para el frío, y Ella dijo con voz baja para sí, con pensamiento de sabia:

—El otoño es un regalo. Nos enseña a prepararnos y a disfrutar de la belleza de cada momento.

Al caer la tarde, el bosque se llenó de tonos dorados y  Los tres animalitos sin darse cuenta, se habían reunido para mirar el cielo iluminado por el atardecer.

La ardillita:  Lila, el erizo: Tomás y la lechuza: Clara se sonrieron cuando se miraron y  Los tres se hicieron amigos.  Sentados juntos, miraron el horizonte de color azul rojizo entre un fondo lleno de árboles de colores.

El otoño había llegado, y con él, una nueva aventura en el bosque.
Ellos estaban contentos de haberse conocido y los tres habitantes del bosque disfrutaron de su compañía en un atardecer otoñal con cielo naranja y dorado.





Septiembre'25
BukarteZ